La propuesta arquitectónica explorada en este proyecto busca experimentar la capacidad de transformación de la arquitectura y su estética a través de un proceso colectivo. Se trata de redescubrir la manera de habitar un espacio, construyendo sobre lo ya existente. La idea es repensar la ciudad desde el centro, valorizando las estructuras existentes y rindiendo homenaje tanto al tiempo como al espacio. Comprender la historia se convierte en un elemento crucial para ser parte de ella.

Ciudad

La propuesta imaginativa gira en torno a re-habitar el centro. Nos planteamos observar nuestro espacio de trabajo mientras reflexionamos sobre la ciudad en la que vivimos. Nos encontramos con un entorno vibrante, lleno de calles con un flujo constante de personas, transporte y vehículos. Los espacios comerciales, residenciales, educativos y cívicos se encuentran en constante convivencia, acompañados de áreas verdes que enriquecen la experiencia urbana.

En nuestro recorrido por la ciudad, encontramos lugares emblemáticos como La Cañada con sus tipas, el Paseo Sobremonte con su exuberante vegetación y fuentes, y la plaza de la Intendencia. La municipalidad y su arquitectura icónica, así como los variados palacios y modernas intervenciones arquitectónicas, trazan una secuencia de espacios que nos permiten reconstruir nuestro andar diario. Habitar el centro se convierte en una elección consciente para recuperar y construir una parte esencial de la trama urbana.

Ubicación

A110 está estratégicamente ubicada en el área central de la ciudad de Córdoba, Argentina, en la calle Miguel Calixto del Corro, a corta distancia del arroyo La Cañada, el Paseo Sobremonte, la Municipalidad de Córdoba y el Palacio de Justicia. Esta zona urbana, consolidada y rodeada de infraestructuras públicas, comercios y viviendas colectivas, ofrece un contexto ideal. La propiedad de tres niveles, orientada de este a oeste, se desarrolla a través de una serie de patios que aseguran la iluminación y ventilación natural de todos sus espacios.

Preexistencia

Originalmente construida a principios del siglo XX, esta vivienda ha pasado por múltiples intervenciones a lo largo del tiempo. En sus inicios, contaba con dos niveles: una vivienda en planta baja y otra en planta alta. Durante la década de los 40, se realizó una ampliación que añadió un tercer nivel a la estructura. Esta intervención incluyó la construcción de una escalera central que se convirtió en un elemento distintivo del espacio. Con una superficie de 110m2 por planta, la vivienda se estructuraba alrededor de dos patios, permitiendo el ingreso de luz y aire.

El frente de mármol que da a la calle, junto con los techos altos y el suelo de madera, imprimen una identidad única al espacio. La circulación vertical, definida por peldaños de mármol que conectan el primer piso con una escalera helicoidal hasta el último nivel, se convierte en un elemento significativo del diseño.

Herencia

Con el paso del tiempo, la vivienda dejó de ser utilizada para su función original y comenzó a albergar otros usos, lo cual llevó a su deterioro. Después de años de abandono, el reto fue recuperar su estado original y revalorizarla para transformarla en nuestra sede de estudios.

Recuperar

El proceso de recuperación consistió en imaginar cómo era la vivienda en su estado inicial, recopilando información y trabajando sobre muros, aberturas y pisos para devolverla a su estado original. La intervención se enfocó en rendir homenaje al espacio y al tiempo. Tras un arduo trabajo de restauración de carpinterías y superficies, se realizaron intervenciones puntuales para conectar diferentes espacios, logrando una mayor fluidez entre el interior y el exterior.

Intervenir

La propuesta de intervención busca una relación fluida entre el edificio y la calle. Utilizamos una estructura de bastidores y mallas metálicas que no solo responde al proceso de montaje, sino que también permite la apropiación por parte de la vegetación. Esta estructura metálica ligera actúa como un filtro entre el espacio público y privado, proporcionando un entorno intermedio que mejora la habitabilidad del interior al mitigar el ruido y otras variables del entorno urbano. Esta intervención se convierte en el lenguaje principal del edificio, creando un compromiso entre la construcción y su medio ambiente.