El innovador proyecto propuesto por BOV Estudio se concibe como una elegante transición entre diversos espacios, cada uno diseñado para satisfacer los diferentes niveles de privacidad que requieren los usos programados.
Desde una vista transversal, el diseño responde inteligentemente al primer encuentro del usuario con una barrera visual que lo aísla del campo abierto. Esta transición se experimenta como un recorrido bajo la suave iluminación de los vestuarios, los cuales se abren al vasto exterior en la zona de baño. Este proceso se asemeja a un viaje visual a través de distintas "pieles" arquitectónicas.
El recorrido inicia en el entorno exterior del edificio, donde las lamas de acero se complementan con el hormigón, creando un contraste de texturas y colores. Al llegar a los vestuarios, se percibe un fuerte contraste: el vibrante turquesa de las áreas húmedas se enfrenta al suave gris de las zonas secas. Estos elementos juntos guían al usuario hasta el destino final del trayecto.
El recorrido culmina en la piscina, donde el verde del césped se funde con el paisaje, ofreciendo al visitante una impresionante vista del horizonte rural. Este diseño culminante proporciona una experiencia sensorial y visual que conecta al usuario con el entorno natural de una manera armónica.
Programado para las piscinas municipales por BOV Estudio, este proyecto es capturado magníficamente en la fotografía de Javier Bravo, quien logra transmitir la esencia de la arquitectura y su diálogo con el paisaje.