En Albisheim, un pintoresco pueblo situado en la región de Alzeyer Hügelland en el Palatinado, los arquitectos Piertzovanis Toews han llevado a cabo la impresionante renovación y conversión de un granero en una vivienda moderna. Este edificio renovado forma parte de un conjunto de diversas construcciones agrícolas que rodean un antiguo molino del siglo XVIII. Originalmente, este granero se utilizaba para almacenar heno y está compuesto de gruesos muros de piedra, una estructura de entramado y ladrillos de barro.
Al reorganizar el plano en forma de "L", los arquitectos crearon cuatro cabañas de diferentes colores dentro del volumen del granero. En los extremos de esta estructura se ubican los dormitorios, mientras que el área central alberga el espacio de salón y comedor, distribuido en diferentes niveles. El antiguo armazón del techo cubre esta pequeña "paisaje arquitectónico" y ofrece un evidente contraste con las cabañas modernizadas.
Uno de los elementos destacados del diseño es una logia que los arquitectos han concebido como una especie de casa de cristal en el espacio abierto. Esta estructura está construida con simples perfiles de madera disponibles en el mercado, que utilizan un sistema de ranura y lengüeta. La madera está pintada de color amarillo y la logia sirve también como entrada principal al edificio, actuando como un gran cortavientos.
Además de la logia, se integraron otras cabañas que cumplen diversas funciones dentro de la vivienda. Estas incluyen baños, aseos, vestidores y dormitorios. Las cabañas también albergan una estructura de escaleras que organiza el espacio abierto, acentuada por un revestimiento de contrachapado teñido de colores vivos.
Un desafío clave en el proyecto fue la restricción de realizar nuevas aperturas en la estructura, debido a las normas de protección patrimonial. Para asegurar la entrada de luz natural, se incluyó un gran tragaluz longitudinal integrado en el techo.
El proceso de construcción fue una verdadera colaboración entre los arquitectos y los propietarios, quienes llevaron a cabo la mayor parte del trabajo, excepto la instalación de calefacción y ventanas. Los arquitectos proporcionaron detalladas instrucciones de construcción ilustradas que sirvieron como guía. Este enfoque prácticas simobolizó la apropiación del granero por parte de sus nuevos habitantes, transformándolo paso a paso.
El resultado final es una obra arquitectónica donde se entrelazan diferentes capas espaciales y temporales, generando contrastes llenos de tensión y belleza. Esta transformación demuestra cómo la renovación respetuosa y creativa puede dar nueva vida a edificios históricos.