Debido a la singularidad del emplazamiento y su magnífica geolocalización, los arquitectos buscan llevar el mar naranja de Aranya al interior y construir una interminable costa dorada, utilizando la luz como medio de expresión. La idea es crear volúmenes ondulantes que entrelacen luces y sombras.
El edificio consta de tres niveles. Los dos primeros pisos están dedicados a actividades comerciales, mientras que la azotea proporciona un espacio para el descanso. La altura del techo conecta los tres niveles y el diseño abovedado permite una entrada generosa de luz, proyectando puntos dorados por toda la habitación. La simple separación de los volúmenes fomenta una atmósfera duradera y tranquila, donde el vibrante naranja inyecta vitalidad al ambiente. El flujo de movimiento se sincroniza con las estaciones, y la interrelación de luces y sombras fomenta una conversación silenciosa entre las personas y la luz, la arquitectura y la naturaleza.
El diseño del tendal simula la curva de las olas y dirige la luz hacia abajo, haciendo que el suelo parezca inundado de olas anaranjadas. Las paredes se colorean mediante reflejos difusos y el resplandor dorado envuelve el espacio, creando una sensación de estar en una playa acogedora. Bajo diversas condiciones climáticas, las olas doradas ofrecen diferentes sensaciones y la luz que recorre todo el espacio no se ve afectada por el paso del tiempo, inspirando al viajero una sensación de libertad.
Cada planta está equipada con ventanas y puertas de diferentes tamaños. En las horas azules, el silencio domina el interior pero el mar anaranjado fluye a través de las ventanas. Desde el interior hacia el exterior, el naranja complementa el azul, transformando el espacio de una costa dorada a una costa romántica. Esto permite una exploración libre donde cada esquina ofrece una experiencia única y maravillosa.
En los diseños anteriores de Nice Rice, se tiene en cuenta la sostenibilidad. Aunque el deterioro y el envejecimiento de los materiales son visibles, la luz proporciona una belleza inmortal. Los arquitectos buscan capturar la luz natural y su difusión, utilizando esta fuerza eterna en el edificio. Al ingresar al espacio denominado Costa Dorada, se establece el cielo como telón de fondo, combinando elementos creados por el hombre con la naturaleza en una obra maestra armoniosa.
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