Para maximizar el espacio del terreno y reducir la necesidad de construir escaleras y mover tierras, Juliana Ayako diseñó una estructura elevada sobre el suelo. Este volumen alargado se eleva como un muelle en medio de una exuberante vegetación, descansando sobre una firme estructura de hormigón. El diseño tiene la intención de permitir que la naturaleza siga su curso, reduciendo al mínimo la intervención humana.
La casa se organiza a partir de una galería lateral abierta que conecta directamente con el entorno natural. Desde esta galería, se accede a las distintas habitaciones, culminando en un espacio único de encuentro que abarca el salón y la cocina. Este concepto establece una relación poco tradicional con la vegetación y la fauna local, permitiendo a sus ocupantes experimentar un vínculo más cercano con su entorno verde.
El proyecto, denominado "Casa na Árvore" o "Casa en los árboles", ha sido documentado por el fotógrafo Federico Cairoli, quien ha capturado la esencia y belleza de esta singular obra arquitectónica. Las imágenes reflejan cómo la vivienda se integra de manera armoniosa con el paisaje que la rodea, subrayando la visión de Ayako de minimizar el impacto ambiental y fomentar una coexistencia respetuosa con la naturaleza.