Jugando con las formas de las plantas y los hongos, su última colección, ‘Folia’, establece una delicada relación entre la belleza orgánica y la artesanía matemáticamente precisa. Explorando ideas de armonía, juego y comunidad, su trabajo defiende el valor del diseño para conectar personas, objetos y nuestra apreciación compartida de la belleza.
Animado por la pasión de su padre por el diseño y la artesanía, Stefanovich estudió en la Universidad Ibero Americana en la Ciudad de México, antes de trabajar para el EWE Studio de Age Salajõe en una variedad de proyectos. Stefanovich se sintió impulsado a perseguir sus propios intereses en el diseño, logrando rápidamente reconocimiento con múltiples exhibiciones en Design Week México, donde presentó una serie de móviles y lámparas de araña cada vez más grandes. Repentinamente demandado, el diseñador fundó su propia práctica y ha seguido profundizando en su imaginación y práctica desde entonces.
‘Folia’ es el último proyecto de Stefanovich y sigue a dos años de experimentación y refinamiento. El proceso involucra prototipos digitales y la impresión de modelos en 3D. Las partes componentes de las lámparas son luego esculpidas por artesanos en la Ciudad de México. Cada pieza es un trabajo de esfuerzo colectivo que emerge de las especificaciones precisas de Stefanovich para sus diseños, pero integrando las características únicas de los talleres con los que colabora.
No sorprende, entonces, saber que un principio clave en el trabajo de Stefanovich es el deseo de celebrar las relaciones. A sus ojos, el gran diseño no se trata de la producción de objetos para ser consumidos por sus propietarios, sino de fomentar la belleza en cómo cuidamos lo que amamos. ‘Creo que el poder del diseño radica en crear vínculos emocionales entre objetos y personas,’ dice él. ‘Amar las cosas que eliges para vivir significa que nunca quieres deshacerte de ellas – incluso si dejan de funcionar, las aprecias, las cuidas y te aferras a ellas.’