La oficina de Península Arquitetura se encargó de diseñar y reformar este apartamento con la meta de mejorar su funcionalidad y practicidad, pensado especialmente para una pareja y sus dos perros. Con estrategias bien definidas, los espacios fueron adaptados para satisfacer las necesidades particulares de los residentes.
Se realizaron modificaciones significativas en los dos balcones internos. Uno fue transformado en un dormitorio extra para que los hijos de la pareja pudieran alojarse durante sus visitas. El otro balcón se integró con la sala principal, creando un espacio más amplio y versátil.
La sala de estar se diseñó prestando atención a la comodidad de los residentes y sus mascotas, con amplios espacios vacíos. Una estructura metálica se instaló junto al marco principal de la ventana, sirviendo como banco, soporte para plantas, decoración y rack para TV. El sofá se ubicó en la pared opuesta, contribuyendo a un ambiente acogedor.
En el comedor, la estructura metálica se convirtió en un banco monolítico que conecta dos columnas, actuando como asiento de cabecera para la mesa rectangular de ocho sillas. Este diseño prepara el ambiente para recibir visitas con comodidad.
La cocina se diseñó para operar de manera abierta, conectándose con el comedor a través de una isla. Se seleccionaron materiales prácticos y resistentes para el piso, la encimera, el fregadero y los armarios, asegurando durabilidad y fácil mantenimiento.
En la zona de lavandería, se implementó un piso de grava dentro de un nicho de acero inoxidable en el box del baño de servicio, adaptándolo para las necesidades de las mascotas. Además, se maximizó el almacenamiento en la habitación de servicio, utilizando parte del espacio como despensa.
La suite de invitados, previamente un balcón, se dividió con el balcón técnico, que fue incorporado con revestimientos acústicos. La segunda suite se adaptó para funcionar como un vestidor para la pareja, incluyendo un banco de trabajo ligero para actividades ocasionales junto a la cama.
El proyecto se caracteriza por zócalos empotrados y pisos de placas de cemento en las áreas sociales, mientras que las áreas íntimas cuentan con suelos de madera. La paleta de colores neutros predomina, con la opción de incorporar tonos más fuertes en elementos no permanentes. También se añadieron plantas y una solución para instalar un soporte para bicicletas en el área social.
El resultado es un apartamento que equilibra funcionalidad, comodidad y estilo, adaptado a las necesidades y deseos de la pareja. Se destacan la integración de espacios, la practicidad para la vida diaria y el bienestar de toda la familia, incluyendo a las mascotas.