La vivienda se sitúa en el barrio porteño de Saavedra, a dos cuadras de un extenso parque verde que proporciona un significativo espacio de recreación y ocio a la zona. Este barrio, de media densidad, es ideal para el desarrollo de viviendas debido a su estructura y espacio.
La casa toma como referencia la tradicional "casa chorizo" de Buenos Aires, caracterizada por sus recintos contiguos de techos altos y bovedillas, dispuestos alrededor de un patio y/o galería. El proyecto busca crear espacios más amplios y fluidos que se conecten entre sí, resultando en una vivienda acogedora que mantiene su esencia material. La casa se abre al patio y a la terraza mientras se muestra reservada hacia el exterior.
El diseño se ha logrado mediante la sustitución de muros portantes por columnas y vigas metálicas, la exposición de muros de ladrillo común y la eliminación de cielorrasos. Además, se ha implementado un tamiz de chapa microperforada en el frente de la casa, lo que permite priorizar la privacidad sin perder la entrada de luz natural.
Al estar ubicada entre medianeras, la casa necesita grandes aperturas para iluminar los espacios de uso y circulación sin comprometer la privacidad. Estas aperturas están diseñadas para potenciar la calidad fenomenológica del lugar.
La planta baja de la vivienda alberga el estar, comedor y cocina integrados, junto con una transición de servicios que incluye un toilette y una despensa, separando la suite de la zona "pública". Esta disposición asegura que haya luz natural filtrándose a través de diversas aberturas en la estructura.
En el piso superior se encuentran los cuartos secundarios y un espacio intermedio de uso común que se conecta con la terraza y la parrilla. Esta distribución en diversos niveles mejora de manera significativa las conexiones visuales entre las áreas comunes.
Ambos niveles están integrados mediante una escalera que conecta el interior con el exterior a través de una gran lucarna y un ventanal hacia el patio. Esto garantiza que cada movimiento dentro de la casa tenga una vista hacia el exterior.
La vivienda se caracteriza por su austeridad y simplicidad en la forma, ofreciendo una respuesta contemporánea al entorno urbano inmediato. Así, se logra una casa introspectiva y urbana, en sintonía con su entorno.