En Milán, la oficina de arquitectura OMA ha diseñado una tienda insignia para la marca de moda rápida Bershka, con el objetivo de redefinir el papel de la tienda física en tiempos de comercio en línea. Ubicado en un antiguo cine de tres plantas en el Corso Vittorio Emanuele II, el nuevo Flagshipstore es parte de la Galleria del Corso, una típica galería comercial milanesa.
La ubicación del Flagshipstore es inmejorable, situándose cerca del Duomo de Milán y de la famosa Galleria Vittorio Emanuele II. Precisamente, OMA no solo tenía el desafío de desarrollar un concepto de tienda para el futuro, sino también de tratar adecuadamente la estructura histórica existente.
El diseño del Flagshipstore actúa como una interfaz entre la ciudad y la Galleria del Corso, comunicándose expresivamente hacia el exterior mediante grandes escaparates. El objetivo es transformar el espacio de la tienda en una experiencia tanto interior como exterior que Internet no puede ofrecer.
Más que enfocarse en una oferta extensa de productos, la tienda prioriza el servicio al cliente, lo cual tiene un impacto considerable en la distribución del espacio. Por ejemplo, se han creado áreas separadas para visitas cortas, como el intercambio de prendas, y otras áreas que permiten una inmersión profunda en la oferta de Bershka.
El diseño concreto incluye elementos como muebles accesibles que se integran en el espacio abierto de la tienda. Un ejemplo son las diferentes áreas para cambiarse rápidamente o con más tranquilidad. Lo mismo aplica para la zona de la caja. Además, se incluye una sección de Click & Collect y una lounge.
La tienda utiliza una paleta de materiales típica de OMA, incluyendo tableros de contrachapado de pino marino y superficies de acero inoxidable, que crean un contraste máximo con el glamour del shopping. Además, las rejillas metálicas se usan tanto en los techos como en las barandillas de las escaleras y galerías abiertas, conectando visual y espacialmente las distintas áreas de la tienda.
Un punto focal del diseño es la escalera de caracol revestida con tableros de contrachapado de pino marino, que atraviesa los pisos como una escultura de mobiliario. Esta escalera es visible a través de un gran escaparate, conectando así la tienda con el centro histórico de la ciudad.