El nuevo proyecto impulsado por Natura Futura y Juan Carlos Bamba surge como una respuesta crítica a los desarrollos residenciales convencionales, los cuales suelen recurrir a la tala indiscriminada del bosque tropical seco. En contraste, este diseño arquitectónico innovador incorpora vegetación endémica, demostrando que es posible concebir espacios arquitectónicos en armonía con el medio ambiente. Este enfoque busca abrir el diálogo y promover la creación de políticas públicas que se alineen con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El edificio fue específicamente creado como un lugar sostenible y de empoderamiento para un grupo numeroso de mujeres costureras. Les ofrece un espacio que no solo facilita sus actividades productivas, sino que también sirve de plataforma para expresar y celebrar su identidad cultural.
El diseño del edificio incluye un frente principal que es una galería de producción y exposición, actuando como un filtro del patio adornado con vegetación autóctona. Esta área se transforma en un punto de encuentro y espacio de exhibición.
El complejo está estructurado en tres naves:
En la construcción del edificio se han empleado materiales locales y sostenibles. La estructura principal está hecha de madera de teca, un material tradicionalmente utilizado en la zona para la construcción de viviendas sobre pilotes. Para los muros, se usaron ladrillos locales dispuestos en un patrón de espiga, reforzados con un diseño de muros entrelazados. Además, se incorporaron puertas plegables de celosía de madera para optimizar la iluminación y ventilación natural del edificio.
El Centro de Producción Comunitaria Las Tejedoras, fruto de la colaboración entre Natura Futura y Juan Carlos Bamba, ha sido documentado por JAG Studio. Con este innovador proyecto, se suma un nuevo eslabón a la serie de ganadores del prestigioso Premio MCHAP.emerge, entre los cuales destacan Taller Capital (2022); Rozana Montiel Estudio de Arquitectura (2018); Productora (2016); y Pezo von Ellrichshausen (2014).
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