El nuevo Centro Cultural se sitúa en un entorno histórico, parte del conjunto cooperativo agrícola de Flix en Tarragona, España. Este nuevo espacio no solo sirve para funciones culturales y comunitarias, sino que también contribuye significativamente a la conservación y valorización de los elementos históricos y sociales del edificio preexistente.
Para adaptar el nuevo centro, se han realizado las siguientes intervenciones básicas:
El carácter original del edificio patrimonial está íntimamente ligado a su tipología, que se basa en espacios vacíos y en la interconexión de las distintas naves del conjunto.
El diseño interior de la nave conserva su estructura tipológica, acondicionándola para garantizar el máximo confort. Se han utilizado acabados cerámicos y rastreles cerámicos para mejorar la acústica del espacio, así como para unificar y potenciar el vacío original. Se propone un sistema de doble piel en los muros verticales, que permite ocultar las instalaciones y mantener el aspecto limpio y vacío de la nave.
En la propuesta de rehabilitación se respeta el aspecto industrial original del edificio mientras se mejora el aislamiento térmico de la cubierta y la fachada. Se conservan elementos constructivos y arquitectónicos de gran valor, característicos de la tipología original, como:
- La tolva de madera de uva.
- Las cisternas de almacenamiento en la medianera exterior.
- Las aberturas y pasarela de la tolva almazara.
- Las cerchas de la cubierta.
La fachada y el interior están hechos con un material único: adobe cerámico manual, repetido en todo el interior y adaptado tanto como pavimento como elemento autoportante.
El acceso principal desde la calle Joan Maragall se mantiene, y se ha propuesto un acceso dedicado exclusivamente al mantenimiento desde la calle Major. Además, se ha añadido una tercera salida en la planta baja, orientada hacia el espacio exterior.
Los vestuarios se han ubicado bajo las cisternas rehabilitadas, y los servicios públicos (bar y baños) se encuentran en una nave adyacente, bajo las actuales consultas de la primera planta. Esta distribución libera la sala principal de la nave, permitiendo que esta acoja una variedad de actos y usos en un espacio diáfano y de gran altura.